DISCRIMINAR PARA EVOLUCIONAR .

Vivimos tiempos de abundancia en iniciativas llamadas “alternativas”, “con conciencia”, de “la nueva era”, … Lo mismo pasó con los alimentos biológicos hace una década y nos tomaron el pelo hasta que salió una ley que prohibió en Europa el término “bio” a aquellos productos que realmente no provenían de la agricultura ecológica.

Dudo que este sello oficial exista algún día en este mundillo, así que tendremos que usar nuestra propia brújula personal.

Lola Lila reflexiona con realismo, sinceridad y mucho humor sobre este tema tan importante en El Lector Alternativo Opina y llega a una sabia conclusión.

Porque con el camino del corazón no se juega…

Conciencia, virtud, luz, sabiduría… Pueden ser sólo palabrejas o pueden ser los pilares de nuestra evolución.

En los últimos años se está ampliando la oferta de cursos, publicaciones, encuentros, conferencias, seminarios y hasta festivales musicales donde te hablan de espiritualidad y de nueva conciencia.

Sólo falta que con la compra de un tubo de pasta dentrífica te regalen la apertura de los chacras. Con tanto despliegue de propuesta mística se complica el saber dónde está lo auténtico de lo mundano, pero a la vez representa una oportunidad para aprender a leer, aprender a discriminar.

En los últimos casi 365 días, una servidora, desde su más esperpéntica ingenuidad, se ha encontrado en diversas situaciones que aún, cuando las recuerda, no puede dejar de sonrojarse.

• Desde el cariño y el respeto que me tengo os presento mi currículum vitae de chorradas: he buscado mi niña interior haciendo piruetas por el suelo

• he hecho el indio arapahoe con un tamborcito de todo a 100 alrededor de una fogata en una especie de catarsis chamánica

• he mentido como una bellaca cada vez que una maestrilla me preguntaba “¿cómo te sientes?” después de que alguien sin la formación adecuada, me masajeara todo el cuerpo

• me he encontrado justificando mi timidez y mi introversión cada vez que me decían que estaba bloqueada emocionalmente por no querer colaborar a echar berridos grupales; pero ¿quién es el gracioso que va diciendo por ahí que la introversión es un defecto y la extroversión una virtud?

Cómo estoy convencidísima de que Dios gasta un sentido del humor de aquí te espero, creo que le he podido ofrecer algunas imágenes divertidas de mí ser.

Después de ir con el lirio en la mano durante el tiempo necesario, he hecho un gran descubrimiento: los grandes Maestros no van descalzos ni disfrazados. Pasan desapercibidos.

Pero estoy contenta, porqué este desorden actual es una gran oportunidad para crecer, para ejercitar mi capacidad de discernir, mi potencial discriminatorio.

Delante tengo la verdad y la mentira, el chamán y el listillo de turno, el maestro sereno y el maestrillo galáctico, el aroma a sabiduría y el tufillo a placebo, el profesional humilde y el charlatán mediático.

Sí, estoy muy contenta porqué las aguas bajan turbias y es mi deber sacar los sedimentos del lodo. Sé que es tiempo de trabajar, de agarrarme al pico y a la pala, de esforzarme para ir afinando mi intuición.

Pero también quiero jugar, quiero divertirme y pasarlo en grande descubriendo lo verdadero de lo falso, voy a poner a mi alma como juez y a observar el cine, la música, el arte, la política, etc. para saber donde reside la palabreja y a donde la sabiduría.

Si tenemos que ir accediendo a nuestro Ser Espiritual nos tenemos que preparar para que no nos den gato por liebre.

Lola Lila

FUENTE: www.elblogalternativo.com/