Oscuros parásitos se alimentan de tus emociones.
La naturaleza nos muestra múltiples formas en las que los seres vivos se alimentan unos de otros. En multitud de ocasiones hemos visto como el fuerte se come al débil, el grande al pequeño y así en multitud de formas y entornos, pero la forma de vida que mas se extiende en la naturaleza es la parasitaria. Desde una insignificante bacteria, al humano mas inteligente, algunos seres buscan en la parasitación su modus vivendi, conseguir lo que necesitan sin esfuerzo y en la mayoría de las veces, sin que la victima sea consciente de que esta siendo parasitado. Es de todas las formas de vida, la mas injusta y la que mas odio y desprecio despierta, ya que utilizan la debilidad y la inocencia ajena como medio de conseguir lo que se proponen.
Son muchas las especies las que utilizan el parasitismo como medio de vida, ya sea para incubar huevos de otra ave o para inocular larvas que devoren lentamente a su victima, sin que esta se percate. Los humanos no somos menos, y aquello de “arrimarse al sol que mas calienta” a sido el modo en que muchos han parasitado a aquel que tenia éxito en su entorno. El pelota, es solo un mediocre que trata de evitar que el resto se percate de su condición, y parasita a todo aquel que pueda sustentarle en ese entorno, ya sea laboral o social. Cuando es nuestra energía, el recurso que el resto parásita, el modo cambia y es mas difícil de detectar, muchos son los “humanos” que parasitan a un igual y extraen de él todo su potencial. Es difícil que seamos conscientes de esta forma parasitaria y nos obcequemos al buscar otras causas, para ese repentino bajón energético, estrés, anemia, tensión baja… pero nunca pensamos que alguien nos pueda parasitar o nos vampirice cada día en el trabajo o la reunión con los amigos.