Todos nosotros los conocemos, sabemos como son, como se visten, como actúan y sus propósitos: succionar la sangre de sus víctimas, pues solo así sobreviven.
Esos son los vampiros de las películas, seres errantes de capa negra y grandes dientes, ávidos de sangre, que andan entre las sombras en busca de sus víctimas.
Pero existe un tipo de vampiro con el que convivimos diariamente -los vampiros de energía. Ellos pueden ser nuestro hermano, marido o esposa, empleado, amigo, vecino, gerente del banco, o sea, con cualquiera que interactuamos . Ellos roban energía vital, común en el Universo, pero que ellos no consiguen recibir.
Bien, en primer lugar la mayoría de los vampiros de energía actúa inconscientemente, succionando la energía sin saber lo que están haciendo. Eso sucede porque no consiguen absorver las energías de las fuentes naturales y quedan desiquilibradas energéticamente.
Cuando esas personas bloquean la recepción de éstas energías naturales (o vitales), necesitan encontrar otras fuentes cercanas, que no son otras que las personas a su alrededor. En verdad, casi todos nosotros, en un momento u otro de nuestra vida, cuando nos encontramos en un estado de desequilibrio, acabamos volviéndonos vampiros de la energía ajena.
¿Cómo identificar y combatir a esas personas?
1. Vampiro Quejumbroso: se queja siempre, de todo y a todos. Cuando nos encontramos con él, ya se está quejando de porqué no le telefoneamos o lo visitamos. Si tu aceptas la queja y te sientes culpable, abrirás las puertas. Lo mejor es usar tu propia arma, quejándote a tu vez y preguntando por qué él no llama o aparece. Déjalo confuso, sin tiempo para responder y retírate rápidamente.
2. Vampiro Crítico: critica de todo y a todos; lo peor es que solamente critica negativamente. Ve la vida solamente por el lado sombrío. La murmuración tiende a crear en la víctima un estado de Alma oscuro y pesado, que abrirá su sistema para que la energía sea succionada. Dile “no” a sus críticas y nunca estés de acuerdo con él. La vida no es tan negra así. Lo mejor es salir y cortar el contacto.
3. Vampiro Adulador: es el famoso “barbero”. Adula el ego de la víctima, cubriéndola de elogios falsos, intentando seducirle. Mucho cuidado para no prestar oídos al adulador, pues él espera que el orgullo de la víctima abra las puertas del Aura para succionar la energía.
4. Vampiro Reclamador: reclama de todo y de todos. Se opone a todo, exige, reinvindica, protesta sin parar. Lo más gracioso es que no siempre dispone de argumentos sólidos y válidos para justificar sus protestas. La mejor táctica es dejarlo hablando solo.
5. Vampiro Inquiridor: Su lengua es una ametralladora. Dispara preguntas sobre todo y no da tiempo para que la víctima responda. Verdaderamente él no quiere respuestas sino desestabilizar el equilibrio mental de la víctima, perturbando su flujo de pensamientos. Para salir de sus garras, no te preocupes por buscar respuestas. Responde haciéndole una pregunta bien personal, contundente y procura apartarte en cuanto te sea posible.
6. Vampiro Lamentoso: son los lamentadores profesionales, que desde hace años lloran sus desgracias. Para succionar la energía de la víctima, ataca por el lado emocional y afectivo. Llora, se lamenta y hace cualquier cosa para despertar pena. La víctima es siempre la desafortunada. Corta sus lamentaciones diciendo que no te agradan las quejas, pues no resuelven ninguna situación.
7. Vampiro Pegajoso: Embiste contra las puertas de la sensualidad y sexualidad de la víctima. Parece un pulpo queriendo envolver a la persona con sus tentáculos. Succiona la energía seduciendo o provocando náuseas y repulsión. En los dos casos estarás desestabilizado y vulnerable. Inventa una disculpa y huye rápidamente.
8. Vampiro Grillo Parlante: la puerta de entrada que él quiere derrumbar es tu oído. Puede hablar durante horas y, mientras mantiene la atención de la víctima ocupada, succiona su energía vital. Para librarte inventa una disculpa, levántate y vete.
9. Vampiro Hipocondríaco: cada día aparece con una enfermedad nueva. De esa forma llama la atención de los demás, despertando preocupación y cuidados. Mientras describe los pormenores de sus males y cuenta sus interminables sufrimientos, roba la energía del oyente, que después se siente pésimo.
10. Vampiro Conflictivo: para él el mundo es un campo de batalla donde las cosas solamente serán resueltas a golpes. Quiere que la víctima compre su pelea provocando en ella un estado de rabia, irritación y agresividad. Ese es uno de los métodos más eficientes para desestabilizar a la víctima y robarle la energía. No cedas campo a la agresividad, procura mantener la calma y corta lazos con éste Vampiro.
Bien, ahora que ya conoces como actúan los vampiros de energía, líbrate de ellos lo más rápido posible. Pero, no te olvides de verificar si tu, obviamente sin querer, no formas parte de ésta lista…
Aquí un vídeo de vampiros emocionales y personalidad narcisista en inglés.
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