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domingo, 1 de febrero de 2015

DIARIO DE UN HACEDOR DE ALAS

Con respecto a la expresión tradicional “lengua de los pájaros”, conviene aclarar que ella debe interpretarse simbólicamente como una lengua que permite comunicarse con los Siddhas Hiperbóreos. Dice respecto René Guénon, al referirse a otro mito germánico esta vez, que “se ve a héroes vencedores del Dragón como Sigfrido en la leyenda nórdica, comprender al punto el lenguaje de los pájaros; y esto permite interpretar fácilmente el simbolismo de que se trata. En efecto, la victoria sobre el Dragón tiene por consecuencia inmediata la conquista de la inmortalidad, figurada por algún objeto al cual aquél impide aproximarse, y esta conquista de la inmortalidad implica esencialmente la reintegración al centro del ser humano, es decir, al punto en que se establece la comunicación con los estados superiores del ser. Esta comunicación es lo representado por la comprensión del lenguaje de los pájaros; pues, en efecto, los pájaros se toman con frecuencia como símbolo de los ángeles ...” La lengua de los pájaros es pues la “lengua de los ángeles”. Sin embargo, la palabra “pájaro” tiene también una analogía menos profunda que su relación con “ángel”, pero igualmente significativa. “Los ARUSPICES –dice René Guénon- (de AVES SPICERE, “observar las aves”) extraían presagios del vuelo y el canto de las aves, lo cual es de relacionar más especialmente con el “lenguaje de los pájaros”, entendido aquí en el sentido más material, pero identificado aun así con la “lengua de los Dioses”, pues se consideraba que éstos manifestaban su voluntad por medio de tales presagios, y las aves desempeñaban entonces un pepel de “mensajeros” análogo al que se atribuye generalmente a los ángeles (de donde proviene su nombre mismo, pues es precisamente el sentido propio de la palabra griega ANGELOS), bien que tomado en un aspecto muy inferior.”

Es que una LENGUA HIPERBÓREA debe ser semejante a los pájaros, a su vuelo, a su canto, algo imprevisible pero sin embargo comprensible para todos. Lo importante del hecho comunitario es que TODOS LOS MIEMBROS SE ENTIENDAN ENTRE SÍ con la mayor precisión posible, y esta condición de ningún modo se satisface EXCLUSIVAMENTE con un lenguaje oral y escrito tal como ocurre en nuestras sociedades. Una raza que tuviese suficientemente desarrollada la telepatía, por poner sólo un ejemplo, no emplearía palabras ni construcciones gramaticales para comunicarse, sino símbolos que permitan “acercar” las mentes “receptoras” a la esencia de la idea pensada por la mente “transmisora”. Los símbolos no tendrían por qué ser convencionales, tales como nuestras letras y signos que son aprendidos por todos en la escuela, sino que podrían ser HEREDADOS ARQUETÍPICAMENTE. Llevando al extremo este ejemplo, y considerando fenómenos de SINCRONÍA, podría concebirse una raza tal que ninguno de sus miembros comparta con otro sus símbolos, pues cada uno heredaría TENDENCIAS ARQUETÍPICAS del tipo de los “patrones de conducta” de la biología, y los símbolos sólo se conformarían luego de que el acto mental efectúe una METAMORFOSIS ARQUETÍPICA destinada a la EMISIÓN telepática de la idea. Sería ésta una raza en la que cada individuo poseería UNA LENGUA PROPIA, personal, y sin embargo todos se entenderían. De manera análoga, los viryas hiperbóreos pueden, merced a la “lengua de los pájaros”, recibir un MENSAJE PREVIO a la transmutación colectiva, que los prepare o INICIE para el salto cualitativo; y por eso todo líder que pretenda utilizar la Mística Hiperbórea debe poseer las claves de la Estrategia Psicosocial que implican el dominio de la lengua olvidada.
La lengua que John Dee extrajo de la Esteganografía fue llamada por él ENOQUIANA debido a la afirmación de Tritheim de que por medio de ella ENOC había “hablado con los ángeles” tal como consta en el “Libro de Enoc”. Este Enoc era un virya hiperbóreo; pero su historia, antiquísima, fue también falsificada por los rabinos –aunque no tanto como el Génesis-; razón por la cual se lo declaró apócrifo, es decir “oculto”, a poco de imponerse el cristianismo. Pero como la historia de Enoc es parte de una trama mayor
- NDR

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