PATRONES BÁSICOS
Las unidades de carbono tenemos un sistema automático de funcionamiento regido por el centro motor e instintivo, por el cual no hace falta que nosotros seamos conscientes para que su funcionamiento sea correcto. Estos sistemas automatizados se manejan por “patrones básicos” o programas preestablecidos que vienen cargados de fábrica en nuestro ADN. Hoy veremos algunos de esos programas básicos para intentar comprender parte del funcionamiento de nuestra máquina humana.
Nuestro sistema tiene funciones básicas que son autónomas a nuestra voluntad, y que efectúan su trabajo sin nuestra intervención, como son las funciones metabólicas de nuestro cuerpo y de conducta de nuestra mente. Estas funciones están regidas por patrones metabólicos y conductuales específicos que trabajan con programas básicos pero complejos. Comenzaremos viendo y analizando estos programas o patrones diseñados por la creación. Veamos primeramente el patrón metabólico, que es una central de control del ser humano de sus funciones químicas principales. El patrón metabólico se encuentra dentro de las esferas mentales tratadas en el artículo “Espacio de transición dimensional”, donde dije:
“La mente se conforma por la unión de ocho Quantas, que a su vez se unen con retenes energéticos (como la unión de los átomos en las moléculas) formando un Quanta cúbico de seis caras o lados (planos dimensionales) uno por cada esfera mental (1ª-preconciente, 2ª-subconciente, 3ª-conciente, 4ª-conciente-continuo, 5ª-supraconciente y 6ª-subliminal). Los Quantas cúbicos a su vez se unen en grupos de siete para conformar la forma heptocúbica de la burbuja mental (ver imagen), un Quanta cúbico por cada nota de la octava. La unión o enlace de varias formas heptocúbicas da origen a la mente o esferas mentales, éstas son insertadas en las unidades de carbono al nacer y sin ellas no seríamos seres pensantes, pues la consciencia artificial no tendría forma de existir. Estas esferas se interconectan con nuestro encéfalo, con un vórtice (arco de círculo) hacia afuera. Las mentes, por lo tanto, son formas heptocúbicas plasmáticas agrupadas entre sí, que tienen en su parte externa una estructura físico plasmática, y en cuyo interior se alojan las analfas pensantes (partículas de energía subcuántica). En el trabajo energético y metabólico de las neuronas del cerebro, se liberan partículas de energía subcuántica llamadas "alfas", que rápidamente se convierten en "analfas", que funcionan como materia prima virgen para que la primera fase del proceso mental se lleve a cabo por interacción de los sentidos con la realidad…”
El patrón metabólico es una placa energética que se encuentra ubicada en los Quantas cúbicos y es una rejilla que cubre seis de los siete cubos del Quanta heptocúbico. En cada uno de estos cubos, celdas o receptáculos energéticos, se encuentran grabados los patrones de los seis principales elementos químicos del cuerpo, el Calcio (Ca), el Cloro (Cl), el Carbono (C), el Sodio (Na), el Potasio (K) y el Nitrógeno (N). Estos patrones tienen registradas las características físicas y químicas de los átomos de estos elementos, como la estructura atómica de los mismos, las valencias, las posibles combinaciones, los estados sub-atómicos como peso, número de electrones, protones y neutrones, etc. Cuando uno de estos seis elementos entra al cuerpo sea por la forma que sea, automáticamente es comparado con su patrón específico e identificado como elemento patrón base metabólico, poniendo en marcha una serie de procesos químicos y energéticos descritos en su momento. En el séptimo cubo del Quanta, el cubo central, se encuentran los patrones de todos los demás elementos químicos del cuerpo, que de una u otra manera, se combinan con los elementos del patrón base. De esta forma se automatiza la química de nuestro cuerpo para su correcto funcionamiento. Cualquier proceso químico (alquímico) de nuestro organismo de tan solo una hora (60 minutos) de duración, como puede ser la ingesta de un vaso de refresco, un medicamento, alimentos, etc. hace que pasen por nuestro cuerpo no menos de diez octavas cortas rápidas sin que hayamos intervenido ni lo percibamos en lo más mínimo, y los elementos de los patrones metabólicos Calcio, Cloro, Carbono, Sodio, Potasio y Nitrógeno, se combinan con otros elementos y reaccionan con el Oxigeno interactuando entre sí, más de cien mil veces.
Ahora veamos el patrón conductual, que es un poco más complicado que el anterior, porque se trata de aprender y grabar conductas que serán utilizadas luego de forma automática para nuestras funciones más comunes, como lavarnos los dientes, utilizar los utensilios para alimentarnos, manejar un vehículo, etc. y de grabar paradigmas y arquetipos que de una u otra manera nos condicionarán en nuestras decisiones. Todo lo que hacemos queda registrado, nada se pierde, y aunque no recordemos cada detalle de nuestra existencia, estos se registran y graban de forma automática mediante el patrón conductual.
El patrón conductual es una placa energética que está ubicada en la superficie de las esferas mentales y está formada por tres capas o niveles, estos son: el nivel externo o de registro, el nivel medio o de interpretación y el nivel inferior o de conexión. Veamos ahora en detalle cada uno de estos niveles. El nivel externo es aquel que registra la información en bruto, las señales recibidas de los estímulos externos de los sentidos. El nivel medio o de interpretación es aquel que se ocupa de asociar y decodificar la información recibida por el primer nivel, y el nivel inferior o de conexión es el encargado de conectar los canales aferentes (anatomía biológica o energética que transmite un impulso desde una parte del organismo a otra del mismo organismo) o eferentes (anatomía biológica o energética que trasmite impulsos hacia afuera desde una parte del organismo a otras que se consideran periféricas con respecto de ella) con la memoria celular, registro hormonal, central de archivos volitivos (arquetipos que manejan la voluntad) y memorias védicas (librerías de horizonte) del sujeto.
La parte superior del patrón base está compuesta por una rejilla cuadriculada que contiene 64 casillas que se denominan RUNAS (no tienen nada que ver con las runas conocidas) estas runas están dispuestas en un entramado de 8x8, como un tablero de ajedrez, donde se van grabando y descargando información cada 7 años. Estas grabaciones se hacen de 7 en 7 casillas, rellenando la plantilla hasta la sexta línea y dejando la octava columna libre para resúmenes de la información grabada. Cada 7 años se descarga en la librería de horizonte o memorias védicas ese resumen liberando nuevamente las casillas para recibir nueva información. En la parte inferior del entramado vemos dos líneas de casillas que están en blanco, que no tienen ninguna grabación, y son utilizadas para hacer grabaciones de la expansión de la consciencia, algunos quizás ya tengan alguna grabación en esos sectores reservados. Esta placa energética o patrón de conducta puede venir “limpia” o con grabaciones de existencias anteriores o posteriores que utilizamos de forma instintiva. Este patrón conductual se fue formando desde los inicios de la creación del Ser y cuando nos desconectamos de nuestro cuerpo físico, el alma se lleva el patrón de conducta consigo intacto, tal cual fue grabado. Igualmente en la gestación del cuerpo físico, estos patrones de conducta comienzan a grabar a través de los patrones de conducta de la madre, experiencias subjetivas positivas o negativas que formaran la base conductual al momento de nacer. Estas grabaciones pre-parto son las que marcarán la posterior base conductual del individuo, su genética psíquica natural o personalidad raíz de la consciencia artificial.
La forma de grabar las runas se basa en un proceso de imágenes o símbolos simples asociados a los paradigmas y arquetipos implantados o construidos por nosotros. Cada símbolo representa una asociación de ideas y conceptos que generan un estímulo emocional específico, que combinados dan forma a la idea o reflejo mental de un suceso (x) experimentado en algún momento de nuestra existencia. Por ejemplo, si en nuestra niñez tuvimos una experiencia traumática relacionada con un animal, el suceso grabará en la runa la imagen que asociamos con ese animal, que no siempre tiene que ver con el animal en sí, sino con lo que este representa, por ejemplo, la violencia o agresividad suscitada, siendo diferentes estas imágenes para cada individuo. Estas imágenes no son específicamente detalladas al contenido o acontecimiento del suceso, sino que representan la forma energética del suceso, así que la violencia o agresividad ocasionada por el animal que perturbó emocionalmente al sujeto en su niñez, puede ser simplemente un símbolo geométrico combinado, que reacciona a una palabra o un numero, pues las grabaciones en las runas se realizan sobre una matriz 3x3 de 2 dimensiones que es la matriz que utiliza el estado de consciencia del ADN para su trabajo. Estos símbolos grabados en las runas son los que utiliza el programa Monarca, MK-Ultra para programar a sus inconscientes agentes y activar o desactivar esa programación.
Este tema tiene mucho más resto, pero hasta aquí es suficiente para comprender la automatización se ciertos proceso que el hombre lleva a cabo de forma completamente inconsciente gracias a los patrones básicos que lo forman. Si comprendemos que parte de nosotros actúa y es una maquina con una programación preestablecida que funciona de forma automática, tomaremos mayor consciencia de nosotros mismos como sujetos, y podremos descubrir al fantasma dentro de la máquina que maneja nuestras vidas.
Fuente:http://detrasdeloaparente.blogspot.com.es/
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